Este gin lleva a la Patagonia en cada una de sus gotas. A la base infaltable del enebro, le suma coriandro, cardamomo, cítricos, clavo de olor, pimientas, boldo, regaliz y plantas típicas de esa zona como sauco y rosa mosqueta. Franco D'Angelo, creador de la etiqueta junto a Ezequiel Pizzorno, viajaba muy seguido a Londres, donde atestiguó el auge de las destilerías craft, “veía que en Inglaterra las pequeñas destilerías estaban creciendo muchísimo. Queríamos tener un producto propio y el lugar común hubiera sido hacer vino o cerveza, pero preferimos inclinarnos por algo que muy poca gente estaba haciendo”, cuenta D'Angelo, “y así fue que nos propusimos hacer el mejor gin artesanal argentino”. Tras dos años de pruebas, lograron elaborar un gin elegante y perfumado con predominio de aromas cítricos y florales.