Se trata de Fireball, una nueva bebida a base de whisky y canela que se toma en chupitos muy fríos y que fue creado en lo que fue el invierno más frío de la historia en Canadá. Lejos de producirte la típica quemazón en tu garganta al beberlo, éste entra muy bien dejándote durante largo rato su seña de identidad y su gran sabor a canela. Esta bebida a desplazado a Jagermeister en la discotecas de Europa y Canada.