Dom Pérignon es la marca de prestigio más célebre del mundo. Recibe su nombre en honor a Pierre Pérignon, monje benedictino a quien se le atribuye el descubrimiento del método champanoise. Dice la leyenda que cuando probó esta bebida por primera vez exclamó “venid pronto, estoy bebiendo estrellas”. Con esta historia de trasfondo, Möet-Henessy decide crear este champagne en 1921, aunque no se puso a la venta en 1936. Es un “vintage” que tan solo se elabora en las mejoras añadas y con una crianza mínima de 8 años. Es un coupage de chardonnay y pinot noir que aúna intensidad y frescura con aromas a frutas tropicales, frutas de hueso y cítricos. Con mucho cuerpo y expresivo. Un clásico del champagne que se recomienda para acompañar risottos, aves y pescados azules.